Una conversación con Pauline Roussel, de Coworkies
Pauline Roussel es co-fundadora de Coworkies, una plataforma que conecta a profesionales en espacios de coworking alrededor del mundo. En la Coworking Spain Conference 2019, en Alicante, España, Pauline se sentó a conversar con Sam Bender, Communications Specialist en Cobot, el software líder para administrar espacios flexibles de trabajo, y platicó con él acerca del inicio de Coworkies, la escena latinoamericana del coworking y sus espacios favoritos alrededor del mundo. ¡Que lo disfrutes!
¡Gracias por tomarte el tiempo para charlar con nosotros! Mi primera pregunta: ¿puedes contarnos un poco acerca de lo que haces y de la misión de Coworkies?
Mi nombre es Pauline Roussel, soy la co-fundadora de Coworkies, la primera plataforma global de empleos en espacios de coworking.
Todo empezó en 2015, en Berlín, Alemania. Fui gerente general de un espacio de coworking (que todavía existe en la actualidad). Mientras estaba administrando aquél espacio conocí a mi co-fundador, que también era miembro del lugar y trabajaba ahí mismo para una aceleradora de startups. Trabajando desde este espacio de coworking y debido a que estábamos muy enfocados en el ambiente startup, nos dimos cuenta de que la comunidad no tenía acceso directo a profesionales freelancers o proveedores de servicios con los que pudieran trabajar cuando fuera necesario. Entendimos cuánto tiempo les costaba buscar a otras personas con las que trabajar y lo demandante que era esto, sin siquiera saber si encontrarían a la persona adecuada en el periodo de tiempo que tenían para ello.
Tomamos un mapa y comenzamos a identificar espacios de coworking a nuestro alrededor con muchos profesionales que podían beneficiar a nuestra comunidad. Nos dimos cuenta de que no había puentes construidos entre todos nosotros y nos preguntamos si es que había manera de que nosotros mismos construyéramos esos puentes con el fin de extender a las comunidades para construir una red de coworkings.
Hicimos mucha investigación, empezando por entrevistar a los operadores de coworking de Berlín. Después, hicimos una encuesta global para comprender cómo es que los coworkers utilizaban los espacios de coworking y si el networking era importante: resultó que es extremadamente importante. Para comprender el mercado desde una perspectiva más amplia, decidimos que sería interesante ver cómo se hacía el coworking en otras ciudades, no solamente en Berlín. Al principio sólo pensamos “vamos a dos o tres ciudades”, así que nuestras primeras paradas fueron Milán, Barcelona y Londres. En ese momento la idea era simplemente entender cómo es que el coworking se hacía en toda Europa.
Resulta que nunca dejamos de viajar mientras construíamos la plataforma, hasta el punto de haber visitado al día de hoy 395 espacios de coworking en 49 ciudades de todo el mundo. Hemos reunido una comunidad de más de 650 espacios de coworking desarrollados por gente con estilos de vida y orígenes muy diferentes. Nuestra misión principal hoy es ayudar a las personas a encontrar y ofrecer puestos de trabajo en espacios de coworking, además de ayudar a que los espacios de coworking se promocionen y comprendan cómo sus miembros están siendo contratados y apoyados en el proceso de contratación.
¿Cómo te involucraste originalmente en el tema del coworking?
Realmente nunca planeé entrar en el tema del coworking, para ser honesta. Ni siquiera sabía qué era el coworking en 2014. Tengo experiencia en comunicación y marketing; viví en París durante más de seis años, y por mucho que lo amaba (todavía lo amo), la vida allí era bastante difícil. Decidí que haría algo nuevo, así que me mudé a Berlín. Trabajaba en una agencia de comunicación para la Comisión Europea, que no era lo mío: demasiado lento, demasiado grande. Decidí que quería aislarme de las agencias de comunicación porque quería probar algo nuevo y seguir un camino diferente, aunque no supiera exactamente cuál iba a ser.
Encontré una oferta de trabajo para un rol llamado Chief Happiness Officer. Me atrajo el título y vi que estaba en un espacio de coworking, algo de lo que nunca antes había escuchado. Cuando visité el espacio pensé: “Dios mío, esta es una oficina genial: ¡quiero este trabajo!”. Así que hice todo lo que pude y lo conseguí: así es como terminé en el coworking. Lo anterior también está muy vinculado a nuestra misión actual para ayudar a otros coworkers a encontrar el trabajo que los haga felices, a trabajar en mejores lugares.
Has viajado por el mundo yendo a espacios de coworking únicos, ¿qué crees que es lo que diferencia al coworking latinoamericano del resto del mundo?
Desafortunadamente aún no hemos tenido la oportunidad de viajar a Latinoamérica pero definitivamente tenemos dicha región en la mira. Dicho esto, tenemos coworkings de Latinoamérica en la plataforma y me encanta ver lo diversos que son. Ya sea que se encuentren en el corazón de ciudades bulliciosas como Bogotá o en lugares muy remotos como la playa de Costa Rica, es realmente inspirador ver que hay espacios abriendo por todas partes y no sólo en las grandes ciudades. Tengo la sensación de que la comunidad es un componente clave en la forma en que están haciendo coworking en Latinoamérica.
¿Qué crees que los espacios de coworking en LATAM pueden aprender de los espacios de todo el mundo?
Abordaré tu pregunta desde una perspectiva más amplia. Después de viajar a América del Norte, Europa y Asia, veo que hay muchas cosas que todas las ciudades, países o continentes pueden aprender de los demás.
Siempre me gusta dar el ejemplo de Europa vs Asia. Aquí en Europa, el coworking comenzó hace más de una década, mientras que en Asia comenzó y floreció más recientemente. Los espacios que se abren ahora tienen la oportunidad de mirar a los espacios ya establecidos en cualquier parte del mundo y aprender de ellos: utilizan el aprendizaje que ha existido durante mucho tiempo para crear conceptos súper profesionales desde cero. Creo que cualquier espacio en América Latina que esté interesado en comprender cómo se puede ir hacia adelante debería de ver lo que algunos espacios internacionales han hecho exitosamente. Sobre ese tema, estamos escribiendo un libro sobre nuestros viajes con una misión: ser un recurso que inspire a espacios de todo el mundo a aprender unos de otros y conectarse entre sí, de modo que también puede ser un buen recurso del que aprendan los coworkings de Latinoamérica.
¿Podrías contarnos un poco acerca de tu espacio favorito en Berlín, París o algún otro lugar en el mundo que sea especial para ti? ¿Qué es lo que tienen que los hace únicos?
Esta pregunta es divertida porque todos nos preguntan siempre acerca de nuestros espacios favoritos y es difícil para mí decirlo. Creo que el coworking es un poco como los hoteles. Podría elegir un hotel que me guste, pero las razones por las que me guste pueden ser las razones por las que a ti no. Dicho esto, aunque no quiero hacer generalizaciones, me gustan los espacios que consideran la experiencia en el lugar de trabajo. Si entro a un espacio quiero sentir que algo está sucediendo desde el momento en que he entrado; cosas como ser recibido por alguien y no buscar al community manager que está a cargo del espacio.
En Berlín hay muchos espacios de coworking y todos son muy diferentes, ¡así que esta es una pregunta difícil! Me gusta Jugglehub, que es un coworking para padres. Encuentro el concepto extremadamente innovador. Me encanta el equipo que dirige el espacio y la vibra dentro de él: no tengo hijos, pero la vibra familiar y amigable ayuda a unir a las personas. También me gusta St. Oberholz porque creo que su equipo es extremadamente profesional en la forma en que hacen las cosas. Han armado espacios asombrosos; el nuevo que están abriendo se ve realmente hermoso. También me gusta The Factory, a pesar de que no se consideran a sí mismos como un espacio de coworking. Creo que lo que es bueno de ellos es que tienen una comunidad realmente grande que puedes aprovechar cuando la necesites, lo que no es el caso en otros espacios de coworking de Berlín. The Factory tiene algo así como 3,000 miembros y, como parte de la comunidad, encontré esto extremadamente útil para poder conectar fácilmente con las personas.
En lo que respecta a París, es una pregunta difícil porque el país también tiene muchos espacios, pero uno que realmente me gusta es Deskopolitan. Creo que lo que me gusta de ellos es que son súper innovadores. En su espacio de coworking, por ejemplo, tienen un bar y una tienda donde venden los propios productos de su marca; tienen un salón de belleza y ahora están abriendo un segundo espacio donde tienen una kita [preescolar] con coliving dentro: realmente me gusta que sean muy visionarios. Y de todas las ciudades que hemos visitado, lo que me encanta de París es que concentra a la mayoría de los espacios de trabajo, tomando en cuenta tanto el coworking y los cafés, cosa que es increíble de experimentar.
¡Gracias por sentarte a hablar con nosotros para COLATAM! ¿Algún último consejo para alguien que esté comenzando a gestionar un espacio?
Si estás leyendo esta entrevista y estás considerando abrir un espacio, te aconsejaría que pienses por qué lo quieres hacer. Trabaja en tu singularidad y en tu diferenciación. He visto a muchas personas que desafortunadamente no tuvieron éxito porque pensaron que hacer coworking o abrir un espacio de coworking era fácil: en realidad no lo es, y si piensas que el coworking te traerá muchos ingresos, la verdad es que no lo hará (al menos si sólo te concentras en ese servicio). Así que trabaja realmente en tus fortalezas y tus diferencias y comprende la verdadera razón por la que quieres hacer esto: eso es lo que te hará destacar de los otros espacios de coworking que te rodean.
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